La evolución del esquí hasta la actualidad
Antes de convertirse en una actividad de ocio y un deporte de competición, el esquí fue sobre todo un medio de transporte, especialmente en los países nórdicos, Siberia y las montañas de Asia Central.
A partir de entonces, el esquí ha seguido evolucionando: ya no es una simple tabla de madera sino un objeto complejo cuya estructura está estudiada hasta el más mínimo detalle.
Hace 10 años, el antepasado del esquí
Los primeros esquís de la historia, datados en más de 8 a.C., se encontraron en el norte de China. Estaban hechos de madera, medían casi 000 metros y estaban cubiertos con piel de caballo.
También se encontraron en Rusia otros esquís que datan alrededor del 6 a. C., cuya encuadernación estaba hecha de una simple correa de cuero.
Muchos otros descubrimientos demuestran el uso continuado de los esquís desde entonces. El esquí permitió entonces moverse con mayor facilidad y rapidez en estas zonas cubiertas de nieve durante gran parte del año.
Los inicios del esquí moderno
El esquí moderno, tal como lo practicamos hoy, nos llega desde Noruega, donde se abrió la primera fábrica de esquí en 1886.
Reconocidos especialistas en esta actividad, algunos noruegos se convirtieron en los primeros instructores internacionales, en el ámbito civil y militar.
Se desarrollarán entonces dos técnicas de esquí diferentes que tomarán el nombre de las montañas noruegas donde se inventaron: Christiania y Telemark.
El esquí alpino actual tiene su origen en las técnicas de Christiania, más fáciles y rápidas que el giro de Telemark.
En Francia, el primer par de esquís industriales salió de las fábricas en 1893 y en aquella época los esquís eran de madera.
Generalmente se diseñan en madera laminada con una capa de nogal (madera norteamericana) o haya en el lado deslizante y una capa superior de abeto, tilo u otra madera blanda en toda su longitud.
Aunque ligeros, estos esquís eran muy frágiles debido a los pegamentos solubles en agua. Los esquís se deformaban y deslaminaban después de unos pocos días de uso. A partir de 1910 se crearon nuevos pegamentos para fortalecer los esquís.
A partir de 1928 aparecieron los primeros cantos metálicos, evitando el desgaste de las partes blandas de la madera y aportando mayor precisión en el control del esquí.
La llegada de nuevos materiales
El invierno de 1950 marcó el comienzo de un nuevo tipo de esquí que no sólo ya no sufría el estrés sino que también hacía que girar fuera increíblemente fácil. Están formados por un núcleo de madera contrachapada situado entre dos placas de aluminio, plástico para los bordes y bordes metálicos de una sola pieza.
En los años 60 se inventaron los topes de esquí, lo que redujo los accidentes relacionados con el uso de leashes (correas sujetas a los pies).
En 1964, el Rossignol Strato se convirtió en el esquí más vendido del mundo. Este modelo fue diseñado con un núcleo de madera laminada encolada y pieles de compuesto de fibra de vidrio y resina epoxi.
El montaje de todos los componentes, incluidos los cantos, se realizó en una única operación de encolado-moldeo con prensa. Este esquí dejó huella en los esquiadores gracias a su cintura de avispa que daba la sensación de girar por sí sola.
Por lo tanto, en los años 70 y 80 la industria del esquí invirtió mucho para mejorar los materiales y también se encontraron nuevas tecnologías de absorción de vibraciones. Otros trabajos también se refieren al tamaño de los esquís a adoptar, la ubicación de las fijaciones, etc.
Con la práctica del carving, finalmente aparecieron los primeros esquís parabólicos a mediados de los años 90 y tuvieron mucho éxito. Al mismo tiempo, se desarrollaron los primeros esquís twin-tip para prácticas más “divertidas”, este fue el inicio del esquí freestyle y los snowparks.
En la década de 2000, las formas de los esquís seguirán evolucionando. Ahora encontramos esquís más grandes o más pequeños y más o menos anchos para permitirte tener las mejores sensaciones posibles en cada práctica: racing, carving, freeride, freestyle, etc.
La última gran novedad hasta la fecha es el “rocker”, una innovación procedente de Estados Unidos que consiste en alargar la subida de la espátula. Esto le permite flotar en nieve polvo y girar más fácilmente, manteniendo un "camber" clásico preservando un buen agarre en las pistas.
Hoy en día, aunque el núcleo de madera sigue siendo la base de muchos esquís, la investigación continúa activamente entre los fabricantes de esquís que dan un lugar destacado a los nanomateriales y otros materiales compuestos.
Si quieres cambiar de esquís recuerda consultar el artículo de inicio de temporada sobre cómo elegir los esquís adecuados.
Espero que hayas aprendido algo al leer este artículo como lo hice yo mientras lo escribía.
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