¡Nuestros consejos para un sueño regenerador!

Las vacaciones ya están aquí y generalmente es el momento ideal para descansar y eliminar todo el cansancio acumulado desde principios de año. ¿Quién no ha soñado en secreto durante estos últimos meses de dormir como una marmota, para descansar durante horas bajo las sábanas sin la limitación de que suene la alarma? Oler el olor del café y del pan tostado desde tu cama es seguramente una de las mayores causas de felicidad en la tierra (así soy yo pero seguro que no lo piensas menos).

Con nosotros en Val Thorens, la marmota es un ejemplo a seguir en materia de sueño. Este encantador animal pasa 6 meses al año durmiendo, en total hibernación (el sueño), antes de despertar en primavera y disfrutar de la hermosa estación. Aunque los estudios han demostrado que dormir por encima 2000 metros de altitud Podría resultar menos relajante por la falta de oxígeno, parece que los lugareños se han acostumbrado a dormir encaramados allí arriba de la montaña. ¿Quizás tengan secretos bien guardados? ¿Podría Genepi ser un poderoso sedante? ¿Y el aire de la montaña sería tan frío que nos esconderíamos bajo el edredón después del anochecer? ¿O el grito de las marmotas hundiría a los habitantes en un sueño profundo?

Es necesario aclarar muchas de estas hipótesis (especialmente la de los genepi), pero mientras tanto, les daré mis consejos para dormir tranquilos y reparadores, palabras de un durmiente profesional y una marmota en ciernes.

1 – La frescura de las tardes

La montaña tiene esta ventaja. para ofrecer días templados (incluso calurosos) y noches frescas. También sabemos que generalmente dormimos mejor en una habitación menos climatizada que el resto de la casa. Cuando se ponga el sol, airea tu habitación por unos instantes, disfruta del frescor, del aire puro, del silencio. Fíjate en las sombras que dibuja el sol sobre las montañas, busca las primeras estrellas. Eso es todo, estamos bien.
En invierno, sólo piensa en ventila tu interior cada mañana unos diez minutos y bajar unos grados la temperatura de calefacción de la habitación.

2 – El poder de las plantas

Claramente voy a tener 50 años mientras escribo esto, pero supongo (seguramente el efecto de la edad). Todas las noches bebo una infusión de hierbas antes de ir a dormir. Muchas plantas son reconocidas por sus propiedades calmantes y sedantes; manzanilla, tila, melisa, verbena, flor de naranjo o incluso pasiflora y lavanda. Tengo algunas infusiones para recomendar: 2 Marmottes, Yogi Tea (orgánica), Clipper (orgánica) y Guide (orgánicas). Así que saca tus tazas, calienta un poco de agua (no demasiado caliente, 80°C) y deja que las plantas hagan lo suyo.

3 – Un buen libro

Ha llegado el momento de desconectar. Es bien sabido que las olas que nos inundan durante todo el día son malas para nuestra salud y mantienen nuestro cerebro alerta. Cuando llegue la noche, no quieras revisar tus correos, tus redes sociales, tus mensajes... Deja el móvil a un lado (mejor, ponlo en modo avión). Abre un buen libro (preferiblemente leído con la infusión mencionada anteriormente) y déjate llevar a nuevos horizontes imaginarios. Y si te falta inspiración, echa un vistazo al artículo de Thibaut que recomienda 5 libros sobre la montaña para leer este verano.

Marmota sale de su madriguera

4 – Un poco de actividad deportiva

La práctica habitual de deporte está directamente ligada a la calidad de tu sueño ya que es ansiolítico, antidepresivo y analgésico (todo esto es gracias a las endorfinas que nuestro cuerpo libera durante el ejercicio). Es como un círculo virtuoso : hacemos deporte, así estamos menos estresados, y obviamente dormimos mejor, y nos recuperamos mejor para luego hacer deporte y demás, QED.
Durante el verano, haga una de las numerosas caminatas que atraviesan el valle de Belleville, escápese al voleibol de playa, desahoguese en una bicicleta de montaña, déjese volar en parapente... En resumen, ¡muévase! Y además, Julien Chorier, múltiple ganador de ultratrail, nos da sus consejos para optimizar su entrenamiento en altura.
En invierno, descubre la montaña de otra manera esquí nórdicoen un paseo con raquetas de nieve o en una fat bike. Evidentemente, el esquí se considera un deporte si pasas más tiempo en las pistas que en la terraza 😉

5 – Cálmate

Realmente el ajetreo no ayuda a relajarse... Durante todo el día recibimos peticiones de todas partes que a menudo nos llevamos a casa a pesar de nosotros mismos. Por eso, antes de acostarnos, intentamos crear calma a nuestro alrededor y, lo más importante, dentro de nosotros mismos. Existen algunos ejercicios muy sencillos que te permiten despejar la mente y volver a centrarte en lo esencial. Observar un paisaje agradable ayuda a bajar el ritmo cardíaco y así reducir los efectos del estrés en el organismo. Asimismo, puedes hacer un poco de meditación; siéntate cómodamente, cierra los ojos y concéntrate sólo en el flujo de tu respiración y el movimiento de tu abdomen, intentando no dejar que tu mente divague. Es más fácil decirlo que hacerlo pero te aseguro que con un poco de práctica, ¡los beneficios valdrán la pena!

Si mi consejo te permitió conciliar el sueño sin dificultad, entonces estoy satisfecho. Por otro lado, si te quedaste dormido mientras leías este artículo, voy a revisar seriamente mi estilo de escritura.

Y si también tienes consejos para dormir mejor, ¡no dudes en compartirlos con nosotros! Os dejo esta cita de Henri-Frédéric Amiel, que ya ensalzaba las virtudes del buen sueño en su diario de 1865: “El hada del sueño es la madre del espíritu, la reparadora y consoladora de los males cotidianos. “

Buenas noches a todos 🙂

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