La reunión estaba fijada a las 16 horas en los locales técnicos de SETAM (Société des Téléphériques TArentaise Maurienne: sociedad de remontes mecánicos de Val Thorens). No sabíamos mucho; el objetivo era asistir y participar en un ejercicio de evacuación del teleférico de Caron.

Si nunca viniste a Val Thorens, una breve presentación: el teleférico Cime Caron, estrella entre las estrellas, es un remonte que puede transportar a 150 personas y que permite ascender 900 metros de altitud a una velocidad media de 10 metros por segundo. Da acceso a Cime Caron, que alcanza un máximo de 3200 metros.

Teleférico de Caron

¡La experiencia prometía ser emocionante!

En el punto de encuentro nos encontramos con Denis CHAPUIS, asistente técnico de SETAM. Ya estaban presentes tres personas de la empresa Paillardet, una empresa saboyana especializada en tornos...

La discusión rápidamente se volvió muy técnica, pero empezamos a entendernos poco a poco. Por supuesto que íbamos a participar en un ejercicio de evacuación pero sobre todo a probar un nuevo torno de evacuación: ¡más ligero pero sobre todo más rápido!

Cuando se acercaban las cinco de la tarde, nos pusimos en camino. A la salida del teleférico de Cime Caron se encontraban una veintena de personas. Todos los empleados de SETAM… algunos estaban entrenando, otros se ofrecieron como voluntarios para el ejercicio. Los últimos esquiadores abandonaban la zona, ¡el ejercicio estaba por comenzar!

Todos subieron a la cabina, el teleférico partió, pero unos minutos después, el conductor apagó el motor, ¡para! Nos separan entonces 65 metros del suelo.

Comienza el ejercicio. Primer paso: retira la trampilla ubicada en el centro del piso de la cabina. Directamente se coloca una barrera de seguridad alrededor de la trampilla. Sobre la trampilla está suspendida la turbina del nuevo sistema de evacuación.

La cuerda de fibra de aramida se une a la turbina y luego salen nuestros esquís, en una bolsa grande. Abajo recibe un equipo. Todo va según lo previsto. El primer grupo sale, en menos de un minuto han llegado al suelo.

Llega nuestro turno. Nos ponen “calzones”, un arnés sujeto con un mosquetón. Nos acercamos a la trampilla. Estamos sujetos al sistema de evacuación con un cordón. Somos cuatro enganchados, nos posicionamos encima de la trampilla. Entonces se acabó lo más impresionante. Luego es un descenso bastante suave… ¡y nada desagradable! Llegaremos al suelo sin incidentes.

La apuesta de SETAM y de la empresa Paillardet está ganada: la evacuación va bien y mucho más rápidamente que con los antiguos sistemas.

Temas

¿Fue útil ese contenido?